El concepto de honra, conocido como "meiyo", influía en cada aspecto de la sociedad japonesa del siglo XVII. La pérdida de la honra podía significar el ostracismo social, la ruina económica e incluso la muerte.

1 Sam 2:30 enseña que el Señor honra a quienes lo honran. Honrar a Dios va más allá de simples palabras o rituales religiosos. Es una actitud de nuestro corazón que reconoce la grandeza, santidad y soberanía de Dios, y que se manifiesta en una obediencia total a su voluntad.

Honrar a Dios es un privilegio que trae consigo bendición, paz, favor y propósito. ¿Quieres cultivar un corazón que honre a Dios? Descubre las acciones que puedes tomar para conocer cada día más el corazón de Dios y disfrutar de sus beneficios.

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Somos una iglesia relevante, contemporánea y radical. Estamos comprometidos con la transformación de vidas y nuestro anhelo es guiar a cada persona en una relación creciente con nuestro Padre. Pastores fundadores: Felipe Echeverri y Catalina Delgado.