Podemos respirar y estar con todo. Podemos estar con las 10.000 alegrías y las 10.000 penas, todo pertenece a la vida. Una presencia encarnada donde todo tiene cabida y nada esta rechazado.
Esta meditación sirve para tranquilizar la mente, pero su verdadero regalo es su capacidad de abrir nos al amor. Al amor propio, amor al otro y al amor a todos los seres vivos. Las meditaciones en bondad amorosa son muy antiguas y tradicionales