La firmeza en la vida viene por tener una vida fundada en la Palabra, que al mismo tiempo es la evidencia de alguien que disfruta una comunión con Dios.
Si solo tomamos la decisión, miramos hacia el lugar correcto y nos aferramos en la verdad; podremos permanecer confiados en las distintas circunstancias de la vida.
Las circunstancias nos pueden jugar una mala pasada. Llenar nuestra mente de sólo apariencias. La verdad es que no somos víctimas, somos más que vencedores.
La vida cristiana está repleta de problemas. Vienen no invitados e inesperados. A veces vienen en solitario, y a veces en enjambre. Nunca, a este lado del cielo, podremos librarnos de ellas. La cuestión es: «¿Qué vamos a hacer con ellas?».
Iniciamos una nueva serie de estudios, esta vez de la carta de Santiago. Esperamos que este mensaje sea de bendición y te permita desarrollar la actitud que te mantendrá firme en medio de las pruebas en la vida.