Ricos y pobres son hermanos por la fe en Cristo Jesús. Quienes pasaban ante los ojos del mundo antiguo como escasos de honor, poder y saber tendrían que repensado, puesto que, a partir de la adhesión a Cristo Jesús, participaban de la dignidad de hijos de Dios, de creaturas hechas a imagen y semejanza de Dios. Por su parte, aquellos cristianos que disponían de riquezas, títulos honorarios y cargos públicos, debían recordar que finalmente estaban tan afectados por la fragilidad humana como todos los demás. La auténtica humildad que nos propone la fe cristiana implica asumir son serenidad nuestras debilidades y fortalezas, sabiéndonos amados incondicionalmente por Dios Padre.
Podchaser is the ultimate destination for podcast data, search, and discovery. Learn More