Ser exigentes con nosotros mismo está bien, pero cuando esto se vuelve algo incontrolable es tóxico. No dejemos que "ser perfeccionista" nos aleje de nuestra felicidad, que la autoexigencia sea tan grande que cause frustración e insatisfacción.
Te invito a continuar descubriendo las emociones tóxicas. Aveces dejamos que la angustia tome el rol de protagonista en nuestras vidas. Pero, tranquila/o estamos aquí para sanar juntos. Entender nuestras emociones es el primer paso para el auto