La de Miguel Ángel López es una historia que ejemplifica a la perfección cómo funciona, en la gran mayoría de los casos, la formación de los ciclistas colombianos. De la más humilde extracción, sus capacidades fisiológicas sólo se manifiestan en su plenitud gracias a un golpe de suerte y al apoyo de mentores y padrinos que terminan supliendo la inexcusable ausencia de apoyo estatal.En este episodio no sólo nos acompaña López, sino también la persona que decidió ponerlo bajo su cuidado y formarlo hasta llegar a ser el corredor fuera de clase que comienza a divisarse. Rafael Acevedo, y después Vicente Belda, que regresa a los micrófonos de La Cadenilla, hacen una implacable introducción de la nueva promesa del ciclismo colombiano.