El gozo es un imperativo de la vida Cristiana, sin embargo a veces nuestro corazón está triste. Podemos tener gozo en medio de la tristeza si ponemos los ojos en Jesús y el cumplimiento de sus promesas.
Cuando conocemos a Dios, podemos enfrentar las malas noticias con la esperanza de que usará todo para nuestro bien porque nuestro peor problema está solucionado: tenemos paz con Dios por medio de Jesucristo.
De la misma manera cuando estamos en la oscuridad, en medio de los peligros y sufrimientos de esta vida, nos asusta no ver al enemigo, y ver la luz de Dios es nuestro anhelo más profundo.
Si no tienes sed de Dios, tienes un problema espiritual grave. Esa sed se manifiesta en un deseo de leer la Palabra, orar, estar con otros creyentes y compartir la fe.
¿Estamos despreciando el nombre de Dios cumpliendo con una religión sin que nuestro corazón busque de verdad a Dios? ¿Le ofrezco lo mejor o lo peor de mi vida?