Depositar la confianza en una persona que sabemos es cuestión de tiempo nos decepcione, nos deja amargos sabores. Pero, ¿de quién es la culpa?... Suya por la decepción o nuestra por que sabiendolo aun así la aceptamos en nuestra vida.
Las peleas de pareja no tienen ganador o perdedor, sobre todo cuando tienes de frente a una persona que es tu espejo. Puede ser tu alegría o puede ser tu infierno.